Buenas noticias: los encuentros sexuales en que más piensan ellas son las fantasías que los hombres creían prohibidas.
Rendición, exposición, dominación, riesgo, urgencia: cuando mil 430 mujeres nos hablaron de las experiencias más eróticas que habían tenido, surgieron estos conceptos en común. Del mismo modo, los patrones eran claros en las descripciones físicas del sexo: acelerado, rudo e innovador. Ella se siente en control y con confianza, ¡aún si está esposada! ¿Qué pasa? Los expertos tienen al menos una teoría unificadora: la pasión es primitiva. “En los días de las tribus nómadas, el sexo probablemente era una experiencia pública”, dice el doctor Matthew Jones, autor de un estudio sobre el exhibicionismo publicado en el diario Sexuality & Culture. “La privacidad no se había inventado, la gente cazaba en grupo, comía y tenía sexo frente a los demás. Así que los impulsos exhibicionistas pueden ser una referencia a eso”. Pero al mismo tiempo que las mujeres cambiaron las pieles de animales por ‘Babydolls’, se volvieron más reservadas acerca del sexo y se dieron cuenta que los secretos sucios son mucho más divertidos. Afortunadamente para ti, las convencimos de que nos revelaran sus secretos. Aquí te presentamos sus deseos más carnales y te decimos cómo los puedes cumplir.
El sexo de reconciliación
“Discutimos en su coche y, de repente, las cosas se calentaron. Los gritos se detuvieron, nos besamos con mucha pasión… Y, de repente, ya estaba desnuda y encima de él. Tuvimos un sexo increíble en su coche, que estaba estacionado frente a mi casa. Nos olvidamos completamente de nuestra pelea”. Julia, 21.
El individuo: el novio nuevo.
Lo que la excita: la adrenalina.
El sexo de reconciliación mezcla dos elementos volátiles: la resolución emocional y la conexión física. “Hay mucho fuego y energía en tu cuerpo; acabas de experimentar una subida de adrenalina por la pelea”, dice la doctora Marianne Brandon, una terapeuta sexual y coautora de Reclaiming Desire. “Eso crea una sensación enorme de liberación”. Puede ser imposible que enfríes esa combustión, pero sirve preguntar: ¿Es este sexo de reconciliación o sexo para reconciliarse? “El sexo no debería ser usado como un ‘curita’ para un conflicto no resuelto”, dice el doctor Justin Sitron, profesor de Sexualidad humana en la Universidad Widener. “Debe ser el resultado de renovar la intimidad”. El ejemplo de Julia fue espontáneo, si hay tiempo, asegúrate que también esté de ánimo. “Sonríele y, si te devuelve la sonrisa, haz una broma sobre tu argumento, y verifica si responde de manera positiva”, dice Brandon. “O puedes intentar un acercamiento más tierno, como acariciar su cabeza o tocar su cara”, dice.
De ‘perrito’
“Me amarró, después me hizo el sexo oral usando boca y manos. Luego, lo hicimos de ‘perrito’; fue sorprendente”. Lauren, 28.
El individuo: pareja casual.
Lo que la excita: prohibición, autoconfianza, rudeza.
Es claro que, aquí, hay elementos muy primitivos que te hacen sentir como un macho alfa. Pero ¿qué es lo que lo hace tan excitante para ella? De acuerdo con un estudio de la Universidad estatal Wayne, para las mujeres la emoción del sexo “por la puerta trasera” puede ser más mental que físico. “Las mujeres sienten un cierto nivel de exposición que no sienten necesariamente en otras posiciones”, dice Brandon. “Y la sensación de vulnerabilidad las hace sentir eróticas”. Eso no quiere decir que el aspecto físico sea menos importante, aunque para algunas mujeres el estilo ‘de perrito’ puede ser una posición ideal para estimular el punto ‘G’, dice Sitron. Si tu pareja quiere acción de frente (o es tímida), sugiérele que tengan sexo en una posición modificada de ‘cucharita’. Eso es con tu estómago recargado en su costado, de modo que aún puedas mantener el contacto visual. Otra opción es el ‘perrito frente al espejo’ (Y hablando de eso…).
Sexo frente al espejo
“Terminamos dos veces cada uno cuando lo hicimos frente al espejo”. Natasha, 30.
El individuo: un extraño.
Lo que la excita: Autoconfianza.
Claro, los techos de espejo son un cliché sexual, pero por una buena razón. “Durante el sexo, los espejos te permiten tener dos perspectivas: la exhibicionista y la voyeurista, ya que te estás viendo a ti mismo”, dice Jones. Hacer locuras frente a un espejo también te da otro aspecto de ella. “Puedes ver partes de su cuerpo que pueden perderse desde otros ángulos, la manera en que suda o se sonroja en ciertas zonas, la manera en que arquea la espalda”, dice Sitron. Si el verla en acción es lo que te excita, pídele que se masturbe mientras la ves indirectamente por el espejo. “Esto le agrega otra capa voyeurista”, dice. (Y ya que hablamos de la masturbación…).